Orbaitzetako Ola y las Plantas Carnívoras de Azpegi.

Rincón muy fotogénico.

En estos días hemos conocido la noticia de que "en Navarra el Turismo está en Auge", eso ponía el titular de ayer en el Diario de Noticias, pero si uno se anima a leer la letra pequeña de las noticias los datos del sector turístico son escalofriantes. "Muchos turistas visitan Pamplona por un día o unas horas. La capital navarra se está consolidando como un importante destino de turismo de paso..." ¿Acaso no hay más destinos preciosos en nuestra geografía navarra para ofertar al visitante y para que ocupe más días de sus vacaciones? ¿Qué pasa, que solo Pamplona mola? Porque la vieja Iruña mola, es cierto, pero también mola y mucho la geografía y la cultura del resto de Navarra, la que envuelve a la capital del Reino. Aezkoa es un buen ejemplo de ello. El antepenúltimo valle del Pirineo Navarro aglutina un montón de tesoros que podían entretener al turista más exigente durante varias horas o varios días. Aezkoa es la entrada natural a la Selva de Irati, en sus 9 pueblos podemos encontrar 15 de los 22 hórreos que hay en Navarra, hay una torre romana en la cima de una montaña, una estación megalítica con el cromlets más grande del Piri en Azpegi, una facería-tratado con Garazi con documentación muy antigua, las Reservas de Mendilatz y Tristuibartea, el yacimiento prehistórico de Aizpea, los entramados subterráneos de Basanberro, Aitza o Saiarri, también algunas cuevas y localizaciones con vinculación brujeril, el cementerio de estelas medievales de Abaurregaina, la iglesia de Abaurrepea, la proximidad y relación con Roncesvalles, la relación del lugar con Ernest Hemingway y su novela "Fiesta" etc... ¿Os imagináis venir a Irati y ver además todo éso? Y por supuesto, la Fábrica de Armas de Orbaizeta.

            La Real Fábrica de Municiones de Orbaizeta es una de esos súper tesoros que poseemos en el valle y en toda la Comunidad Foral. Algunos entendidos y estudiosos en la materia de todo el Estado, la definen como una de las mejores obras de ingeniería de todo el país del s.XVIII, y si queremos saber algo más de la misma podemos ojear y leer el bonito libro de Malli Txapar  "Historia de la Real Fábrica e Municiones de Orbaizeta" (Pamiela 2011). En este conjunto arquitectónico gigantesco destaca esa avenida de arcos sobre el río Legartza, quizá uno de los más espectaculares descensos por un río de Navarra que podamos hacer mojándonos los pies... Los 21 arcos de este complejo servían de soporte a un sistema de comunicación aérea, entre los depósitos de carbón y la zona de talleres y hornos, y han servido en épocas más recientes para ilustrar portadas de libros o cds como uno del cantautor euskaldun Benito Lertxundi. Además, el río Legartza funcionaba a modo de cortafuegos separando el almacén de carbón del resto de la Fábrica. Recientemente se ha hecho un auzolan interesante en las ruinas de este complejo por parte de algunos miembros del sector turístico, poniendo de manifiesto el abandono y el desamparo por parte de la Administración de una de las mejores joyas arquitectónicas de todo el Estado, de hecho, antes de su declaración como Bien de Interés Cultural en 2007 muchos visitantes aparcaban delante de las ruinas y preguntaban dónde estaban, porque la maleza y la vegetación lo ocultaba casi todo (En la actualidad se está restaurando el Palacio de la Zona Residencial a través de una subvención nacional muy peleada).

             Y si la Fábrica de Armas de Orbaizeta nos ocupa poco tiempo, siempre tendremos la oportunidad de acercarnos a pie (Sendero Local dela Majada de Azpegi) o en vehículo a los pastizales del norte, una franja de gramíneas y hayedos con muchos puntos de interés y con una turbera protegida por un cercado de madera que reúne dos especies de plantas carnívoras, plantas desconocidas para el gran público. Una turbera es un humedal donde hay una gran acumulación de materia orgánica más o menos descompuesta, y en la de Azpegi hallamos en época estival un vergel de flores y de herbáceas empantanadas, destacando la Atrapamoscas (Drosera rotundifolia), planta carnívora minúscula y pegajosa y de colores rojos, que florece en verano y que protegen su floración cerrando el cercado de madera que hay alrededor para que no entre el ganado. Más abundante es la Grasilla (Pinguicula sp.) una planta de hojas pegajosas verde-claro capaz de florecer varias veces al año, y que podemos hallar en roquedos húmedos y turberas de toda la Cordillera. ¡Enriquecedor lugar en el que vivimos! ¿Solo por unas horas? No, por supuesto.

Barrio de Orbaizeta.

Dicen que los muertos crían malvas, y en Orbaizeta las guerras carlistas y las invasiones francesas originaron varios de los segundos.

Camanillas silvestres.

Primer arco desde el norte. El segundo está caído.

Túnel atemporal.

Humedad y Verdes intensos en época estival.


Un placer caminar por el río Legartza.


Un lugar con acceso sin indicar.



Juegos de luces.

Veinte arcos en pie, uno derruido. 

Líneas perfectas.
Fábrica de Armas de Orbaizeta y su avenida de arcos espectacular.

Legartza, un río de pocos kilómetros afluente del Irati.

Fresnos de Hoja Ancha (Fraxinus excelsior) entre la carretera de acceso y el primer arco desde el sur.

Pinguiculas fáciles de identificar por tamaño y colores. Muchos Insectos pegados a sus hojas.

Atrapamoscas minúsculas...

Belleza minimalista.

Daboecia cantabrica de la familia de las Ericáceas (Brezos)

Fascinante mundo de las orquídeas.

Cabecera de la Fábrica de Armas de Orbaizeta.



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