Corredor Javitxu

enero 24, 2016

Corredor Javitxu

Iñigo Buxens gozando.
Foto de Iñaki Santxez Zugarrondo.

Cuenta la leyenda que hace 30 años un pister de Candanchú llamado Javitxu, fue el primer ser humano que se aventuró con esquís por el corredor noroeste del monte Tobazo (2049m). Desde entonces este corredor de 150 metros de recorrido lleva el nombre de este osado esquiador, que se enfrentó a un descenso de entre PD y AD según condiciones (hasta más de 50º en tramos cortos). Según el guía de alta montaña Manuel Suarez: "Muy expuesto y difícil, más por su trazado, no lineal, que por la dificultad en si mismo. Sólo se debe afrontar con excelentes condiciones de nieve". El corredor Javitxu es también una opción muy interesante para alpinistas y montañeros porque posee pendientes entretenidas entre 40º y 55º. Sobra decir que las condiciones ideales para ser descendido en esquís se producen pocos días cada temporada, y el resto de los días escalarlo parece una buena opción. Esta vez remontamos las pistas de esquí de Candanchú Iñaki, Buxens, Flaño y yo, con la testosterona saliendo por las orejas, y ganando metros con velocidad hacia la Muralla de Tortiellas como desintoxicados a por metadona.

En la base de la muralla, Iñaki y Buxens miran hacia los corredores Intermission y Carmen Rosique, y parecen excitados ante la idea de pinchar en el segundo. Sin embargo hace tiempo que yo ya tengo claro que con meterle al Javitxu voy a quedarme a gusto, además no llevo material de escalada adecuado (jeje) y me da miedo, qué cojones, así que les digo que hagan lo que quieran, que yo me voy al corredor súper-clásico de esta vertiente de la montaña, y Flaño se me une. Parece mentira que ambos hayamos leído a Mark Twight. Al poco de dirigir nuestros pasos hacia Javitxu, Iñaki y Buxens nos avisan de que también vienen con nosotros. Vaya cuatro elementos. En la última curva de la pista de Tortiellas Buxens y yo nos calzamos los crampones porque es más cómodo y se pierde menos energía al avanzar con ellos por la helada pista de esquí. Aquí me gustaría hacer una incisión: Habitualmente muchos aseguran que el uso de crampones tiene que estar acompañado siempre de piolet, y no estoy de acuerdo. Crampones y piolet son elementos de progresión, y solo el segundo nos sirve como elemento de seguridad en caso de caída o resbalón; de hecho los crampones pueden lesionarte o agravar la caída al engancharse en la pendiente o en ti mismo. Por eso habrá muchas ocasiones en la montaña en las que podrás hacer uso de los crampones sin hacer uso del piolet: Por ejemplo remontando una cuerda fija, cruzando un pequeño tramo glaciar plano en un trek, caminando por lo más alto de una ancha sierra helada donde al ir sin pinchos en los pies no tracciones, remontando un valle casi plano y helado a la luz del frontal, o como en este caso remontando una inofensiva pista azul. ¿No se ponen cuchillas a los esquís cuando se foquea por grandes pendientes sin uso de piolet? ¿No se puede correr en zapas y con cramponcillos de trail sin piolet en tramos seguros? ¿No hay coches de rally que corren con pinchos en las ruedas en rallys escandinavos? Los crampones son un elemento de progresión, y se hace uso del piolet cuando hay caída potencial, en ladera o grieta.

Nosotros encontramos el corredor Javitxu en buenas condiciones, con un resalte sencillo en el momento que entramos en el embudo característico: Hay que elevarse por nieve blanda hasta una rimaya en la base del escalón rocoso, y clavar los piolets en la nieve helada superior para superarse, muy disfrutón. Aquí la pendiente rondará los 45º. Más arriba Flaño me toma el relevo porque es un culo inquieto que se siente aprisionado pisando la huella de otro, y decidimos meternos por las pendientes de debajo del alero rocoso de la derecha, justo en el tramo de mayor pendiente, alrededor de 50/55º. En un vistazo hacia atrás veo las caras de Iñaki y Buxens, el primero sonríe y el segundo parece contenido ante la llegada del orgasmo. Esta vez no hay cornisa en la salida, no está siendo un invierno muy nivológico ni de acumulaciones extraplomadas la verdad, y una vez en el colladito decidimos acercarnos a la cima por una cresta preciosa. Desde arriba la entrada esquiadora al corredor acongoja, y hablamos de que los cuatro conocemos a Iker Aguirre, compañero de TD2, que ya bajó por aquí en esquís cuando era adolescente, ¡Ze Artista!

De regreso a Candan nos damos cuenta de dos cosas; que los monitores de la estación son muy atentos y simpáticos con nosotros, porque cuando paramos en grupo para quitarnos ropa o material al borde de la pista, se acercan a preguntarnos si ocurre algo. Y dos; mientras descendemos por el orillo, algunos esquiadores y tableros apuran su trazada para pasarnos cerca o dar un salto a pocos centímetros de nuestra cara. No me extrañaría que algunos estén molestos con los montañeros que usamos y pisamos esas pistas que ellos pagan, pero todo el mundo debería saber que las pistas de esquí del estado son en su mayoría públicas (solo Sierra Nevada es privada). Con respeto y sentido común todos cabemos en la inmensidad de la montaña.